El Deportivo desde la defensa
El equipo de Fernando Vázquez no es vistoso pero no concede oportunidades. Lo cuenta Fernando Campelo
La Segunda B es el salvaje oeste, más salvaje que nunca, y Fernando Vázquez es ese director de cine, creo que fue John Ford, que dijo “mientras los demás me critican, yo estoy en las montañas rodando con mis queridos indios”.
Todos esperaban al Deportivo como líder del subgrupo A del Grupo I de la Segunda división B (me estoy acordando ahora mismo de los hermanos Marx) pero, al parecer, el entorno de club coruñés, cierta prensa y afición, también esperaba un desfile militar por la categoría.
Con esas expectativas, cuatro victorias por la mínima y dos empates sin goles no son suficientes para una plantilla con tanto nombre y un club con un prestigio reciente. Sin embargo, no recuerdo a ningún equipo paseándose por la Segunda B. Una liga con tantas variables, de campos, de juego y de circunstancias tiende a igualarse y resulta extremadamente difícil de dominar.
Yendo a los fríos datos, que son los que importan, los de Fernando Vázquez son líderes de su subgrupo y sólo han encajado un gol. Empezaron dominando los tiros por partido, aunque frente a Guijuelo (11 a 4) y Racing de Ferrol (5 a 4) ya perdieron esa batalla. La fluidez y la producción en ataque deja que desear.
Sin embargo, hay una guerra que están ganando, la de no permitir a los rivales generar buenas ocasiones.
En la imagen se pueden observar los remates con los pies que han hecho los rivales del Deportivo esta temporada. Faltan los datos del partido contra Unionistas que Instat todavía no ha añadido. Consultando los remates de aquel partido y pasándolo por nuestro modelo, Unionistas ha sido el equipo que más peligro les generó si tenemos en cuenta los goles esperados (0,73 xG)
Sin embargo, tampoco fueron ocasiones realmente claras, salvo la que hemos añadido en rojo en el mapa, un remate de Álex Rey un poco forzado que se fue cerca del palo. La otra ocasión desde una zona de peligro está representada por la X cerca del área pequeña que hemos señalado en azul. Fue un remate de Primo (Compostela) bloqueado y que no tenía muchas esperanzas de prosperar ante la presencia de defensores blanquiazules.
No hemos incluido los remates de cabeza, de los que han recibido unos 6–7 en los alrededores del área pequeña pero la probabilidad de gol de un remate de cabeza es sensiblemente inferior a la de los tiros con los pies por lo que es más complicado que acaben en gol. Permitir uno por partido denota un buen control de los centros y oponentes.
En resumen, el sistema defensivo del Deportivo no permite alegrías a los rivales. Fernando Vázquez ha decidido minimizar riesgos y lo está consiguiendo, incluso cuando los dominan, los contrarios no consiguen acumular ni 0,5 goles esperados por partido y, siendo así las cosas, es más probable que no marquen que que consigan un gol.
Ahora viajan a Pontevedra y puede que no sirva la misma receta ante el poderío ofensivo granate. De momento, los de Fernando Vázquez ganan tiempo y puntos atrincherados en las montañas defensivas.
